ESTO PASÓ DE VERAS. YO SE LO AVISO A USTEDES, PORQUE NO VAYAN A CREER QUE ES UNA HISTORIA DE MENTIRA. NO. ES BIEN CIERTO; Y SI NO, QUE UN MOSQUITO SE CAIGA MUERTO.
BUENO.
EL CHICO DE ESTA HISTORIA SE LLAMABA RANFISBEL, Y TENÍA ALMA DE ARTISTA PORQUE LE GUSTABA MUCHÍSIMO HACER DIBUJOS, DIBUJITOS Y DIBUJONES. PERO DIBUJOS EN SERIO: CON COLORES Y TODO.
RANFISBEL
CONTABA EN SUS DIBUJOS LO QUE HABÍA HECHO. ERA COMO ESCRIIR CON DIBUJOS. MUCHAS VECES SE DIBUJÓ ANDANDO EN TRICICLO PARA CONTAR QUE SAB´´IA ANDAR EN TRICICLO. Y UNA VEZ SE DIBUJÓ SUBIENDO A UN ÁRBOL PARA CONTAR QUE SÍ: SE HABÍA SUBIDO A UN ÁRBOL.
LA CUESTIÓN ES QUE UN DÍA RANFISBEL TUVO UN día RANFISBEL TUVO UN SERIO PROBLEMA EN ESTA VIDA. FUE CUANDO SE LE ACABARON LAS PINTURITAS.
EN LA LIBRERÍA ABÍA VISTO UNA CAJA MUY LINDA, LLENA DE COLORES NUEVOS. FUE A VER SI TENÍA DINERO EN SU ALCANCÍA. PERO ESTABA VACÍA.
- BUENO... –PENSÓ RANFISBEL. – VOY A TENER QUE PONERME A TRABAJAR. SI NO, ME QUEDO SIN PINTURITAS, Y ESO SÍ QUE NO.
ESE MISMO DÍA, A LA HORA DEL ALMUERZO, CONTÓ SU IDEA A SU MAMÁ, A SU PAPÁ, A SU ABUELITA Y A SU PERRO CHACHENCHO. LES DIJO ASÍ:
- DESDE HOY HAGO MANDADOS. COBRO UNA MONEDA POR MANDADO.
LA MAMÁ PIDIÓ:
- - NECESITO QUE PONGAS UNAS FLORES DEL JARDÍN EN EL FLORERO. DESPUÉS HAY QUE DARLE UN HUESO A CACHENCHO.
Y RANFISBEL DIJO QUE SÍ.
EL PAPÁ PIDIÓ:
- NECESTIO QUE LE PASES POMADA A MIS ZAPATOS NEGROS, Y QUE LES SAQUES LUSTRE.
Y RANFISBEL DIJO QUE SÍ.
LA ABUELITA PIDIÓ:
- ¿PODRÍAS BARRER LA VEREDA?
Y RANFISBEL DIJO QUE SÍ, Y SE FUE PARA HACER SUS TRABAJOS.
ENTONCES SE PUSO A PENSAR: “VAMOS A VER... ¿QUÉ TENÍA QUE HACER PRIMERO?”
POR FIN RECORDÓ LO DE LAS FLORES, Y SE FUE A CORTARLAS AL JARDÍN. DESPUÉS PUSO AGUA EN LOS ZAPATOS NEGROS DE PAPÁ, Y ALLÍ ACOMODÓ LAS FLORES.
“AHORA TENÍA QUE HACER ALGO CON EL HUESO...”, PENSÓ. Y TOMANDO EL HUESO LO PUSO EN EL FLORERO. DESPUÉS FUE A BUSCAR LA ESCOBA Y QUISO BARRER A CACHENCHO. PERO AL PERRO NO LE GUSTÓ NADA QUE LO BARRIERAN, Y EMPEZÓ A CORRER ASUSTADO HASTA QUE SE ESCONDIÓ EN LA CUCHA. ENTONCES TOMÓ LA POMADA Y EMPEZÓ A PASARLA POR LA VEREDA.
EN ESO ESTABA, CUANDO PASÓ SUA BUELITA Y LE DIJO:
- DECIME, RANFIS... VOS... ¿NO ESTARÁS UN POCO LOQUITO?
EN ESE MOMENTO EL PAPÁ DESCUBRIÓ A SUS ZAPATOS LLENOS DE FLORES, Y LA MAMÁ ENCONTRÓ A UN HUESO EN EL FLORERO.
EL PAPÁ DIJO: “ ¡HUY...!”
LA MAMÁ DIJO: “!OH...!”
Y LA ABUELA DIJO: “!QUÉ COSA CON ESTE CHICO...!”
ENTONCES RANFISBEL TUVO GANAS DE PONERSE A LLORAR.
- ¡TODO ME SALIÓ MAL...! ¡NADIE ME VA A PAGAR MIS MONEDAS...! –DIJO.
PERO NO. NADA DE ESO. LA FAMILIA SE DIO CUENTA QUE RANFISBEL SE HABÍA HECHO UN LÍO, QUE NO LO HABÍA HECHO POR MALDAD.
- DEBIMOS HABERLE PEDIDO UNA COSA POR VEZ... – DIJERO.
Y LLAMARON A RANFIS PARA QUE FUERA ARREGLANDO UNA COSA; Y DESPUÉS OTRA. ESA MISMA TARDE RANFISBEL PUDO COMPRAR SU CAJA DE PINTURAS NUEVAS. LO PRIMERO QUE HIZO FUE CONTAR LO QUE HABÍA PASADO EN UN DIBUJO.
POR ESO HIZO LAS FLORES, EL FLORERO, LOS ZAPATOS, EL HUESO, EL PERRO CACHENCHO, LA ESCOBA Y OTRAS COSAS QUE YA NO ME ACUERDO.
Y COLORÍN, Y COLORADO, ESTA HISTORIA DE VERAS HA TERMINADO.
